Phomn Pehn, Camboya. Marzo 2017.
Durante mis viajes siempre termino comprando demasiadas cosas en los sitios que visito. No creo que tenga el síndrome de Diógenes pero cuando regreso vuelvo que parezco un buhonero. Un buen ejemplo es lo que me pasó cuando regresé a España después de trabajar tres meses en Phonm Penh. Esta ciudad, a parte de ser la capital de Camboya y necesitar un mes para aprender a escribir su nombre correctamente, estaba lleno de tentaciones para satisfacer mis ansias de compras.

En esta ciudad es muy famoso el mercado ruso, donde se puede comprar todos los souvenirs que te puedas imaginar. Así que aproveché para comparar un montón de regalos y telas de seda para mi familia y amigos. La ciudad está llena de sastrerías, así que me hice un traje y chaleco a medida. Durante los tres meses, acumulé un montón de cosas, incluida la botella de sake que mi jefa japonesa había traído para mi despedida y nos bebimos entre todos los del equipo con el que trabajé. Un detalle que me había hecho mucha ilusión y por supuesto no podía dejarlo en Camboya.
De todas las cosas que traje, la que más cariño tenía era una reproducción vintage de uno anuncio de aspirina en chino hecho en una lámina de metal. La había visto en el escaparate de una tienda varias veces y me había encantado. Después de varias semanas regateando la compré, no es que consiguiera mucha rebaja, pero como me parecía preciosa me la quedé.

Tuve que comprar una maleta enorme para meter todas las cosas y que entrase la reproducción que pesaba lo suyo. De hecho, la maleta era tan grande que cualquier asesino en serie podría haber metido un par de cadáveres sin problemas. Finalmente, llegó el día de mi partida y me fui al aeropuerto con mi mochila y dos maletas en un rickshaw (taxi-triciclo motorizado, muy popular en Camboya). Subir mi equipaje y yo ya fue todo un circo. Aunque salí con tiempo, el tráfico de Phomn Penh es horroroso y llegué justo al aeropuerto.

Llegué al mostrador de Qatar Airways y procedí a hacer la facturación. Pesaron las maletas y llevaba 20 kilos de más. Sabía que iba a llevar exceso de equipaje, pero bueno dije, pago la multa y ya está. En ese momento me dicen que cada kilo de equipaje de exceso son 50 dólares y que por 20 kilos son 1000 dólares. Yo, en ese momento me quedé sin irrigación de sangre en la cara y con un color más pálido que la pared. Le dije que si estaba bromeando y con cara de esfinge egipcia me dice que si voy a pagar con tarjeta de crédito o en metálico. No sabía que hacer, no podía volver a la ciudad, ni darle cosas a algún amigo porque estaba sólo en el aeropuerto, así que intente reducir el peso pasando cosas al equipaje de mano del avión. En cualquier caso es que no se puede subir más de 9 kilos al avión. No sabía de qué deshacerme, mi espíritu de buhonero es muy fuerte. Desde luego, no me iba sin mi reproducción de la aspirina china. Al final, conseguí reducir parte de la multa. No os diré cuanto fue porque todavía me da vergüenza, pero vaya experiencia.

Luego pensando fríamente, había ropa que podía haber dejado, cosas que realmente no necesitaba. Tal vez, podía haber pagado un suplemento quizá por ir en business que te dejan llevar más equipaje y haber regresado supercómodo por lo que pagué. En fin, que desde entonces en los viajes siempre miró muy bien cuantos kilos pudo llevar y cuanto es el precio del exceso de equipaje. Perder para aprender.
Horacio, me encanta leer tus historias ! (Céline)
Muchas gracias. Espero que sigas haciéndolo.
Un beso.
I hope the aspirin was strong enough for the headache…
Thanks for following my blog. For the price of the aspirin i am pretty sure it was, hehehe.
Para que vale el dinero!!!
Ya te has recuperado y sigues con tus recuerdos.
Preciosas las fotos. Sobretodo las telas…
Muchas gracias. Mis tías se hicieron de todo con las telas. Unos estampados de maravilla.
Horax, no has perdido un ápice de amenidad en tus escritos, desde la época que estabas en Stony Brook y mandabas los e-mail contando «tus batallitas», he disfrutado mucho con tus relatos. Espero seguir haciéndolo mucho tiempo!
Muchas gracias por tus ánimos. Quiero subir una historia todas las semanas. Así que me hará mucha ilusión que me sigas en mis historias
Horacio,
Marta me ha enviado esta crónica tuya, ni que decir que me ha encantado.
Un abrazo.
Muchas gracias Joseba. Me hace mucha ilusión que la gente le guste mis gistorias. Quiero subir una historia cada semana. Puedes seguirme dando tu correo electrónico y sabrás cuando hay nuevas historias
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